La tarde del 23 de octubre, en un giro inesperado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dictaminado que Mario Aburto Martínez, el asesino confeso del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta, continuará tras las rejas por tiempo indefinido. Esta resolución llega tras semanas de incertidumbre y un tenso empate en la votación anterior, que dejó a la nación en suspenso. Pero con el voto decisivo de la ministra Lenia Batres Guadarrama, el destino de Aburto quedó sellado.
Una decisión que paralizó al país
Desde el 25 de septiembre, el caso Aburto había quedado en un limbo legal. La Primera Sala de la SCJN, conformada por cinco ministros, había dividido sus opiniones: dos a favor de otorgar el amparo que podría haber liberado al magnicida y dos en contra. La tensión llegó a su punto más alto, ya que Mario Aburto tenía la esperanza de salir en libertad en 2024, lo que hubiera marcado un giro histórico en uno de los casos más controversiales de México.
El voto que cambió todo
Finalmente, el 23 de octubre, el caso fue turnado a la ministra Lenia Batres, quien tuvo la responsabilidad de inclinar la balanza. Su voto fue claro: rechazar la liberación de Mario Aburto y ordenar una reposición en el proceso judicial, incluyendo la participación de las víctimas, es decir, la familia de Colosio.
«Esta decisión es fundamental para garantizar que se haga justicia de manera integral», declaró Batres en la sesión.
Un amparo que sacudió el sistema legal
El caso de Aburto volvió a los titulares cuando, el 5 de octubre de 2023, un Tribunal Colegiado del Estado de México había otorgado un amparo que invalidaba la sentencia de 45 años de prisión dictada en diciembre de 1994. Este amparo abría la posibilidad de que el confeso asesino de Colosio pudiera ser juzgado bajo el Código Penal de Baja California y salir en libertad tras cumplir 30 años de prisión. Dicho plazo terminaría el 23 de marzo de 2024.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) no tardó en impugnar dicha resolución, lo que llevó el caso hasta la SCJN. Con el voto de Lenia Batres, la Corte ha dejado claro que la condena original se mantendrá, al menos hasta que se resuelvan las nuevas directrices.
Una historia envuelta en misterio
Este caso ha estado lleno de enigmas desde el 23 de marzo de 1994, cuando Luis Donaldo Colosio, entonces candidato presidencial del PRI, fue asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana. Mario Aburto fue detenido poco después y confesó el crimen, pero las teorías conspirativas y las inconsistencias en las investigaciones han mantenido vivo el interés público durante tres décadas.
La familia de Colosio entra en escena
Uno de los aspectos más llamativos de la resolución es que, en esta nueva fase, la familia de Colosio tendrá la oportunidad de manifestarse sobre el amparo. Este movimiento busca que las víctimas del magnicidio tengan un papel más activo en el proceso judicial, lo que añade una nueva capa de intriga y expectativa a un caso ya de por sí polémico.
«No es solo una cuestión legal, es también un tema de justicia para quienes sufrieron la pérdida de Colosio», declaró el ministro González Alcántara Carrancá, quien elaboró el proyecto para reponer el amparo.
El destino de Aburto: encarcelado por tiempo indefinido
Con esta resolución, Mario Aburto permanecerá en el Centro Federal de Readaptación Social No. 12 en Guanajuato, donde ha estado recluido desde hace años. Su esperanza de obtener la libertad se ha desvanecido, al menos por ahora. Las nuevas audiencias y procedimientos podrían extender su tiempo en prisión, mientras el país sigue pendiente de cada nuevo paso en este emblemático caso.
La batalla legal de Aburto, que parecía tener un final cercano, ahora se alarga indefinidamente, y con ello, la sombra de Luis Donaldo Colosio sigue proyectándose sobre la política y la justicia mexicana.
