Los resultados de la investigación sobre la muerte del cantante británico Liam Payne, exintegrante de la popular banda One Direction, tardarán varios días en concretarse, según han confirmado las autoridades de Buenos Aires. El músico de 31 años falleció en la tarde del miércoles en un hotel ubicado en el barrio de Palermo, y las circunstancias de su muerte han generado gran interés y preocupación.
Las autoridades han compartido cinco detalles clave sobre el trágico suceso. En primer lugar, se ha determinado que Payne cayó desde el balcón de un tercer piso del hotel. Antes de la caída fatal, un empleado del hotel había llamado a los servicios de emergencia debido al comportamiento errático y agresivo del cantante, quien parecía estar bajo los efectos de sustancias. Testigos en las cercanías afirmaron haber oído ruidos fuertes, incluidos golpes, justo antes de su caída. Aunque el músico fue trasladado a un hospital, sus heridas eran tan graves que no pudo ser reanimado. Al registrar la habitación, los investigadores encontraron un desorden significativo, con una botella de whisky, drogas, medicamentos y otros objetos que sugieren una posible lucha o alteración en el espacio.
Payne se encontraba en Argentina para asistir a una presentación de su excompañero de One Direction, Niall Horan, quien se hallaba de gira en el país. A pesar de haber estado acompañado por su novia, Kate Cassidy, ella se había retirado del hotel antes de la fatalidad. Los testigos, incluidos huéspedes cercanos, reportaron haber escuchado ruidos inusuales provenientes de la habitación de Payne, describiendo el sonido como si se tratara de objetos pesados siendo movidos, así como un grito muy fuerte y violento justo antes del incidente. Doug Jones, un huésped cercano, mencionó que al escuchar el bullicio pensó que se trataba de trabajos de remodelación en la habitación, sin sospechar que algo más grave estaba ocurriendo.
A las 17:00 horas, el encargado de recepción del hotel contactó a emergencias 911, alertando sobre la situación de un huésped que parecía haber consumido drogas y alcohol, y expresando su preocupación por su posible comportamiento autodestructivo. Lamentablemente, poco después, Payne cayó desde el balcón, lo que resultó en heridas fatales. La autopsia preliminar indica que sufrió al menos 25 heridas, lo que concuerda con una caída de gran altura, y sugiere que podría haber estado inconsciente o semiinconsciente en el momento de la caída. Sin embargo, aún no se ha establecido si había alcohol o drogas en su organismo al momento de su muerte.
A pesar de que la muerte de Payne se investiga como «sospechosa» como parte del protocolo, las evidencias hasta ahora sugieren que el cantante se encontraba solo en su habitación durante el trágico incidente. Los investigadores han comenzado a entrevistar a cinco testigos, incluidos tres trabajadores del hotel y dos mujeres que habían estado con el artista antes de su fallecimiento. Además, buscan establecer si hubo alguna implicación de terceras personas en los acontecimientos que condujeron a su muerte.
Tras el hallazgo de su cuerpo, la policía registró la habitación de Payne, encontrando un «caos total» con varios objetos rotos, una botella de whisky, drogas, un encendedor y medicamentos como el ansiolítico Clonazepam y otros de venta libre. También estaban su pasaporte y un cuaderno. Los forenses han recogido muestras y huellas dactilares para su análisis, y se están revisando las condiciones del balcón para determinar posibles accesos. No obstante, se ha señalado que establecer los detalles precisos de lo ocurrido podría llevar varios días, mientras el mundo de la música y sus seguidores lamentan la pérdida de un talentoso artista.
