Hay reuniones entre las autoridades de ambos países para llegar a un acuerdo
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría implicar violaciones al tratado entre Estados Unidos, México y Canadá, y poner en riesgo miles de millones de dólares en inversiones, expresaron las autoridades estadounidenses durante el encuentro que sostuvieron con funcionarios mexicanos.
Así lo indicó el viernes la Embajada de Estados Unidos al informar en un comunicado sobre los puntos abordados en la reunión que sostuvo la víspera el enviado de Washington para el clima, John Kerry, con López Obrador y otras autoridades mexicanas.
Durante la visita Kerry y el embajador estadounidense Ken Salazar reiteraron “las importantes preocupaciones” que Washington ha planteado sobre los cambios en la política energética de México, tanto la enmienda constitucional propuesta como los cambios a ley del sector, y expresaron que la reforma implicaría la “posible violación de las obligaciones fundamentales” del tratado comercial, y pondría en riesgo miles de millones de dólares en inversión potencial en México y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, señala el escrito.
Funcionarios mexicanos y estadounidenses se reunieron el jueves en medio de desacuerdos sobre una reforma eléctrica que busca limitar las plantas de energías renovables de construcción extranjera y conceder una cuota de mercado mayoritaria a la empresa estatal de México.
López Obrador mantuvo un encuentro cordial con Kerry, pero no pareció dispuesto a dar marcha atrás en su propuesta, que está varada en el Congreso.
Aunque no abordó las diferencias, el mandatario pareció ofrecer a las compañías extranjeras la oportunidad de invertir en un plan para construir plantas de licuefacción de gas natural en el sur de México, para exportar GNL presumiblemente a Europa o Asia.
México tiene que importar gas, ya que no produce suficiente para cubrir sus propias necesidades, y menos aún para exportar, por lo que el plan implicaría el bombeo de gas natural desde Estados Unidos a los puertos del sur de México, su enfriamiento, licuación y carga en barcos.
“Hay muchas posibilidades de inversión”, apuntó López Obrador antes del encuentro con Kerry. “Tenemos exceso de gas por las compras a través de los gasoductos (de gas estadounidense), tenemos tierras, tenemos puertos en Salina Cruz, Coatzacoalcos”.
López Obrador ha prometido seguir adelante con los cambios en la industria de la energía eléctrica a pesar de las preocupaciones de Estados Unidos de que podrían cerrar los mercados, asfixiar la competencia y posiblemente violar el pacto de libre comercio a tres bandas entre las dos naciones y Canadá.
Katherine Tai, Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), dijo el jueves a senadores en Washington que estaba “profundamente preocupada por los avances legislativos y regulatorios en la industria energética mexicana que hemos visto en los últimos meses. Mi equipo y yo en el USTR, además de gran parte del gobierno estadounidense, hemos expresado estas preocupaciones de forma regular y directa a nuestros homólogos en el gobierno mexicano”.
Según Tai, las empresas energéticas y los ambientalistas “se han unido al expresar su preocupación sobre lo que está ocurriendo en México, en especial con respecto a la competitividad del mercado energético norteamericano, además de a la competitividad de la propia industria energética mexicana”.
Los cambios en legislativos beneficiarían a la Comisión Federal de Electricidad, la empresa de propiedad estatal, frente a los productores extranjeros, algo prohibido en el pacto de libre comercio de América del Norte (USMCA por sus siglas en inglés).
“He informado a México y les aseguro que en el USTR estamos estudiando todas las opciones posibles en base al USMCA para abordar esta situación, para que el USMCA pueda funcionar para nuestros socios y proteger el medio ambiente en los tres países”, agregó Tai.